22/12/2014 22/12/2014 Según pudo establecer El Diario Panguipulli.cl, la víctima salió desde una entidad bancaria luego de realizar un retiro de dinero. De ahí se dirigió hacia la zona céntrica de Panguipulli y al salir de un local comercial fue abordado por un individuo quien comenzó a entablar un dialogo, al minuto irrumpe un segundo individuo; dando así “cacería” a la infortunada víctima, por si fuera poco se une al trío de estafadores “el hombre enfermo”, personaje típico, infaltable en la viscosa maraña para timar a un individuo. Como ya es habitual, el enfermito pidió que por favor lo condujeran hasta el naturista quien atendía en la zona sur de la ciudad, caminaron dos cuadras y dan el golpe final de tan preparada actuación: “yo tengo un boleto ganador por diez millones de pesos” dijo el enfermo, pero no lo puedo cobrar por que estoy delicado de salud -argumentó-,por qué no van cobrarlo. Otro miembro del trío dijo: “hay que hacerlo rápido porque esos boletos tienen fecha de vencimiento”. Otro de los antisociales pasó $400.000 en dinero en efectivo al enfermo, el cual lo pusieron dentro de una bolsa de género de color azul. Tras un torcido dialogo logran que el obrero ceda $1.000.000 y así lograr obtener el boleto ganador y cobrar el millonario premio. A cambio el tercer individuo, a modo de seguridad, le entrega a la víctima bolsa de género con los 400 mil pesos. Una vez realizada la operación, el hombre enfermo pidió que lo ayuden para ir a la casa de un familiar, a lo cual uno de los tipos lo ayudó. En el momento en que queda solo la víctima y un tercer individuo, y como el afectado ya tenía 400 mil pesos en la bolsa de género, el otro maleante le pidió que esperara en el supermercado mientras él cambiaba el boleto en el banco: espéreme ¡voy y vuelvo!....pasaron las horas y nadie de los tres timadores, estafadores, embaucadores llegó, por lo cual el obrero tuvo que asumir la amarga experiencia de que fue una víctima más del antiguo “Cuento del Tío”, tras lo cual se dirigió a interponer la denuncia en carabineros. Por enésima vez se pidió tener cuidado con las historias para acceder al dinero fácil, eso es un vil engaño. |